16 septiembre 2012

INEVITABLE




Me persigue, no consigo dejarla atrás, y paso tras paso ahí sigue detrás de mi sin poder huir de ella. Da igual lo que corra, sus afiladas garras no la despegan de mi. Me oculto tras una esquina y por un segundo parezco salvado, pero sin embargo la esperanza es en vano, pues de nuevo ahí está, acechándome, sin un segundo que dejarme para respirar. Como una pesadilla de la que no puedes escapar y despertarte, allí continúa impasible y sin querer dejarme sólo.

A medida que transcurren las horas su presencia cada vez es mayor, su insistencia me atormenta y yo ya no se qué hacer para apartarme de ella de una vez por todas. Decido acabar con mi vida y quizás así desaparezca del todo. Me subo a lo alto de un puente y el sol comienza a ponerse mientras ella continua allí, mostrando indiferencia a que salte o no. Cierro los ojos y no tarda el día en dar paso a la noche y de pronto ella ya no está. Bajo lentamente respirando con alivio por mi vida, por fin parece que todo ha terminado. Sin embargo las farolas del puente se enciende y ella reaparece de nuevo a mi lado, mi condena y de la cual parece que solo puedo huir en la más absoluta oscuridad.

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